(봄, 여름, 가을, 겨울 그리고 봄)
Corea del Sur, 2003
Coproducción Corea del Sur-Alemania
Director: Kim Ki-duk
Guión: Kim Ki-duk
Música: Park Ji-woong
Fotografía: Baek Dong-hyeon
Reparto: Oh Yeong-su, Kim Ki-duk, Kim Jung-yeong, Seo Jae-gyeong, Kim Yeong-min, Ha Yeo-jin, Ji Dae-han
Sinopsis: Dos monjes viven en un monasterio aislado. Bajo la atenta mirada del más viejo, el más joven ve pasar las estaciones de la vida. Primavera: un niño monje se ríe de una rana que intenta librarse de una piedra que tiene en la espalda. Verano: un monje adolescente conoce el amor. Otoño: un monje de treinta años intenta hacer algo que va contra su naturaleza. Invierno: el monje está próximo a la vejez y alguien llega al monaterio. Primavera: el viejo monje conversa con la naturaleza; cerca de él juega un niño monje. (FILMAFFINITY)
Muchos años después regresa al templo, que esta vez está en soledad tras la muerte del anciano monje, y decide encargarse él mismo, continuando la tradición. Todo sigue como entonces; la ropa en el sueño, el lecho en la misma esquina. Durante el invierno vemos a una mujer que le trae a un niño para que lo cuide, y huye en la noche (como el lago está solidificado por la helada, la mujer va andando hasta el templo, pero a su regreso se cae dentro de una grieta, y muere ahogada). El niño queda entonces a cargo del monje, y de esta forma la historia se repite, y el ciclo de la vida continúa.
Película metafórica y llena como siempre de detalles más o menos difíciles de entender por parte del director, Primavera, Verano, Otoño, Invierno es un regalo para los sentidos por su extraordinaria imagen, y por la relajación que nos ofrece el acompasado fluír de la vida en ese pequeño rincón del mundo. Como elementos ya recurrentes dentro del cine de Kim Ki-duk pueden destacarse el escaso diálogo y el uso del agua (algo que ya hizo en películas como La Isla). El matiz de expiación y el tema de las segundas oportunidades en la vida, de la redención de los pecados (cuando el monje regresa tras haber asesinado a su mujer), parecen ser ideas importantes también para el autor, que siempre deja esa puerta abierta al optimismo y a las segundas oportunidades, independientemente de los pecados cometidos por los protagonistas. Él mismo dijo que con esta película pretendía retratar "la alegría, la furia, la tristeza y el placer de nuestras vidas a través de las cuatro estaciones y a través de la vida de un monje, residente en un templo del lago Jusan, rodeado únicamente por la naturaleza."
Película metafórica y llena como siempre de detalles más o menos difíciles de entender por parte del director, Primavera, Verano, Otoño, Invierno es un regalo para los sentidos por su extraordinaria imagen, y por la relajación que nos ofrece el acompasado fluír de la vida en ese pequeño rincón del mundo. Como elementos ya recurrentes dentro del cine de Kim Ki-duk pueden destacarse el escaso diálogo y el uso del agua (algo que ya hizo en películas como La Isla). El matiz de expiación y el tema de las segundas oportunidades en la vida, de la redención de los pecados (cuando el monje regresa tras haber asesinado a su mujer), parecen ser ideas importantes también para el autor, que siempre deja esa puerta abierta al optimismo y a las segundas oportunidades, independientemente de los pecados cometidos por los protagonistas. Él mismo dijo que con esta película pretendía retratar "la alegría, la furia, la tristeza y el placer de nuestras vidas a través de las cuatro estaciones y a través de la vida de un monje, residente en un templo del lago Jusan, rodeado únicamente por la naturaleza."
La naturaleza, esa sabia que nos observa y nos modifica de forma sutil e indirecta, es un tema también incluído en Sangwoo y su Abuela, película de la que ya hablé. Como dato curioso, comentar que el propio Kim Ki-duk apareció en la película interpretando al monje tras su vuelta de la cárcel, algunos años después (el cuarto actor), encargado en la escena final de llevar la figura de Buda hasta la cima de la montaña. Si no recuerdo mal, Kim Ki-duk comentó en una entrevista que ésto era algo que necesitaba hacer, porque para él era simbólico.
La película fue muy bien recibida por los críticos, alcanzando un 95% de criticas positivas. Además, una de las escenas de la película fue censurada en las versiones británica y danesa, por contener crueldad hacia los animales. (Ésto podría ser discutido, pero bueno).
La música tradicional usada en el film en la última escena (mientras el monje sube la montaña) se llama Jeongseon Arirang (el arirang es el himno de Corea del Sur), y está cantada por Kim Young-im. La música de fondo fue compuesta por Ji Bark.
Idea principal: el paso de la vida al compás de las estaciones. La naturaleza silenciosa, que lo observa todo y nos transforma. La redención de los pecados. De la inocencia y la impulsividad a la madurez y la sabiduría.